La crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 ha supuesto un auténtico revulsivo en todos los sectores y los despachos profesionales han sido uno de ellos. Asesoría, gestorías y despachos han tenido que adaptar sus rutinas con máxima celeridad para continuar ofreciendo servicio a sus clientes en una época en la que, además, han sido muy necesarios.

Las nuevas normativas surgidas como consecuencia de la crisis del coronavirus con medidas destinadas a proteger tanto a autónomos como a empresas y trabajadores durante el Estado de Alarma han provocado cierta nerviosismo colectivo. Los interesados han visto en las asesorías su principal vía para solucionar sus inquietudes y gestionar sus trámites. 

¿Cómo se han adaptado los despachos profesionales a esta nueva realidad marcada por la pandemia del Covid-19? Te lo contamos en este artículo a través de nuestra propia experiencia.

Cierre al público de los despachos profesionales y teletrabajo para continuar ofreciendo servicio

El primer paso que dimos, siguiendo las indicaciones estatales, fue cerrar nuestra oficina física. Las reuniones y las visitas quedaron canceladas desde la declaración del Estado de Alarma y optamos por la vía telemática para atender a nuestros clientes. 

Las asesorías tuvimos que continuar trabajando a distancia, como servicio esencial declarado por el Estado y la atención al público, sobre todo durante las primeras semanas que fueron realmente delicadas, resultó fundamental.

Miles de empresas y trabajadores autónomos vieron cómo sus negocios quedaban clausurados de un día para otro, y la respuesta del Gobierno no se hizo esperar. El 12 de marzo a través del Real Decreto-ley 7/2020 se lanzó el primer paquete de medidas urgentes destinadas a paliar el impacto económico y social que el Covid-19 estaba generando en nuestro país. 

A este decreto le siguieron nuevos documentos que actualizaron y recogieron nuevas medidas que se han ido aplicando con celeridad dada la situación extraordinaria que vivía el tejido empresarial. Entre las más sonadas, los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) por fuerza mayor regulado en el Real Decreto-ley 8/2020, el aplazamiento de impuestos para pymes y autónomos, o la prestación extraordinaria por cese de actividad o descenso de facturación del  75 % para autónomos afectados por la Covid-19.

Las últimas cifras confirman que estas medidas han supuesto un mecanismo de ayuda para aliviar, por lo menos de forma temporal, a  empresas, trabajadores y autónomos. Más de 3,38 millones de trabajadores se han visto afectados por un ERTE. Tan solo las comunidades de Madrid y Cataluña suman 1,2 millones de trabajadores. A principios de mayo, las cifras de ERTEs en Cataluña quedaban así distribuidas por provincias:

  • Barcelona: 532.800 ERTEs.
  • Girona: 65.934 ERTEs.
  • Lleida: 27.522 ERTEs.
  • Tarragona: 52.428 ERTEs.

Respecto a la prestación extraordinaria para autónomos, a mediados de abril, la Seguridad Social había gestionado más de 940.000 solicitudes. 

Estas cifras se han transformado en dudas, gestiones y peticiones de clientes a las asesorías y despachos, que han teletrabajado contrarreloj para resolver todas las inquietudes, estudiar cada caso de forma particular, estar al día de la normativa, preparar documentación y tramitar solicitudes. 

Transformación digital para continuar ofreciendo servicios

Tenemos claro que la realidad post Covid-19 va a ser muy diferente a la que veníamos viviendo meses atrás. Para hacer frente a ella, los despachos profesionales, que no estén aún preparados, se ven en la necesidad de digitalizar sus procesos y servicios. 

El uso de programas informáticos para la digitalización de facturas, la contabilización automática o el almacenamiento seguro en la nube (cloud) se torna esencial hoy en día. Asimismo, es también necesario que los clientes se preparen informáticamente para poder interactuar remotamente con su asesor. 

Sin duda, la tecnología se ha convertido en la gran aliada de los despachos profesionales permitiendo continuar en contacto con el cliente sin necesidad de la presencia física.

Esta es la línea de acción en la que debemos continuar para afrontar un futuro todavía incierto con seguridad y eficacia. Por nuestra parte, desde Capellas seguimos al pie del cañón para atender y ofrecer el mejor servicio. Hoy más que nunca. Contacta con nosotros y te explicaremos cómo podemos ayudarte.