El pasado 22 de diciembre de 2022 se publicó en el BOE la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como la ley de startups. Su entrada en vigor se produjo el día 23 de diciembre de 2.022.
En esta ley se recogen un conjunto de medidas fiscales, laborales y mercantiles que tienen como objetivo reducir los obstáculos para la creación de estas startups y así incentivar la inversión en innovación. Además, gracias a los beneficios fiscales que conlleva, quiere promover el establecimiento en España de empresas emergentes y sus emprendedores.
¿Qué son las empresas emergentes o startups?
La ley se refiere en todo momento al término en castellano, empresas emergentes, aunque en el mundo de los negocios, y cada día está más extendido, se las conoce como startups.
Se trata de compañías de reciente creación que buscan ofrecer un producto o servicio innovador, generalmente en el ámbito tecnológico, biotecnológico o energético, con un alto potencial de crecimiento y rentabilidad.
Para poderse aprovechar de los beneficios y especialidades de esta ley es necesario estar acreditado como startup. Este procedimiento de acreditación es llevado a cabo por la entidad pública ENISA (Empresa Nacional de Innovación, S.M.E., SA) tras estudiar y valorar toda la documentación presentada. Esta certificación es importante porque solo se pueden acoger a la ley de startups aquellas que la tengan.
Objetivos de la ley de startups
Esta ley tiene el objetivo de apoyar la creación, relocalización y el crecimiento de este tipo de empresas en España, en especial las microempresas y las PYMES emprendedoras. Para ello desarrolla un marco normativo que favorece el desarrollo de las startups, simplificando los trámites administrativos y reduciendo las cargas fiscales y laborales que recaen sobre ellas. También establece una serie de medidas para fomentar la inversión en ellas.
Entre las principales medidas de la ley destaca la creación de un régimen tributario específico para las empresas emergentes, que les permitirá disfrutar de una serie de ventajas fiscales, tanto para ellas mismas como para las empresas que inviertan en ellas.
Requisitos a cumplir para ser considerada empresa emergente
Para poder acogerse a los beneficios fiscales, mercantiles y laborales de esta ley, deben cumplir simultáneamente las siguientes condiciones:
- Ser de nueva creación o no tener más de 5 años de antigüedad, con carácter general, o de 7 años en el caso de empresas de biotecnología, energía industriales y otros sectores estratégicos o que hayan desarrollado tecnología propia, diseñada íntegramenten en España.
- No haber surgido de una operación de fusión, escisión o transformación de empresas que no tengan consideración de empresas emergentes.
- Que no hayan distribuido dividendos.
- No deben cotizar en un mercado regulado.
- La sede social debe estar en España.
- Tener al 60 % de la plantilla con contrato laboral en España.
- Deben desarrollar un proyecto de emprendimiento innovador que cuente con un modelo de negocio escalable.
- No podrán acogerse a los beneficios de esta ley aquellas empresas emergentes fundadas o dirigidas por sí o por persona interpuesta, que no estén al corriente de las obligaciones tributarias y con la Seguridad Social.
Incentivos fiscales en el Impuesto sobre Sociedades (IS) y del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR)
Uno de los principales incentivos fiscales que introduce la ley de startups es que se reduce el tipo impositivo en el IS y también en el IRNR cuando obtengan rentas mediante establecimiento permanente situado en territorio español. Estos contribuyentes tributarán en el primer período impositivo en que la base imponible resulte positiva y en los tres siguientes, al tipo de 15%.
Otro de las medidas para los mismos contribuyentes e impuestos, es que se permite el aplazamiento de la deuda tributaria en los dos primeros períodos impositivos en los que la base imponible del Impuesto sea positiva y sin la obligatoriedad de aportar garantías.
La Administració tributaria concederá el aplazamiento por un período de 12 meses, en el Impuesto sobre Sociedades, y 6 meses en el IRNR, desde la finalización del plazo de ingreso en período voluntario de la deuda tributaria.
El ingreso de la deuda tributaria aplazada se efectuará en el plazo de 1 mes desde el día siguiente al vencimiento de cada uno de los plazo señalados, sin que tenga lugar el devengo de intereses de demora.
No podrán aplazarse, el ingreso de autoliquidaciones complementarias.
Otro incentivo fiscal para las empresas emergentes es que deja de ser obligatorio el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades para las empresas que sean consideradas startups dentro del periodo siguiente a los dos años posteriores en los que la base imponible sea positiva. Para ello se debe mantener durante ese tiempo la condición de empresa emergente.
En definitiva, la nueva Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes se ha creado como un paso adelante en el impulso y la promoción de la innovación y el emprendimiento en España. Con ella, se pretende facilitar el desarrollo de nuevas empresas, impulsar la inversión en innovación y tecnología, y atraer talento y capital a nuestro tejido empresarial.